FairCoop, como movimiento complejo y plural, no ha logrado simplemente el crecimiento del precio de FairCoin. FairCoop continúa conectando con la gente real, en una economía real que apoya a los nodos locales y que está cada vez más conectada por unas bases comunes, como es el comercio justo de bienes y servicios entre dichos nodos. Ésta es la cara práctica y concreta de nuestra trayectoria para el futuro más cercano.
En un contexto de crisis ocasionado por la predominancia de las monedas fiat, sujetas a la especulación financiera de una minoría, las cuestiones políticas que rodean la actual situación, especialmente en el ámbito del Euro, han dejado bien claro que el dinero fiat no es un espacio apropiado para nuevas ideas o soluciones adoptadas desde las bases; por el contrario, tales deseos han de apoyarse mutuamente fuera del sistema fiat. Y el uso de una criptomoneda (junto con el apoyo a monedas locales, redes solidarias, etc.) puede proporcionar a una región la liquidez necesaria para sobrevivir a una desvinculación del sistema económico oficial y a tomar una dirección más positiva.
Esto se observa, por ejemplo, en nuestra colaboración con los movimientos sociales de Rojava, donde, gracias al apoyo tecnológico y a la colaboración política, nos hemos servido de la tecnología blockchain (cadena de bloques) para reunir y enviar importantes cantidades de dinero a esta región sin Estado, atrapada en un embargo injusto e ilegítimo.
¿Y cuáles son otros aspectos prácticos con los que podemos orientar nuestro progreso en un futuro cercano?
- Los avances en el funcionamiento práctico de Bank of the Commons (BotC), del que FairCoop es una de las cofundadoras, ya apuntan a que cada vez van a ser más las personas que se impliquen en la desconexión de la onerosa economía oficial, uniéndose a esta red emergente de economía justa.
Esto tiene el potencial de reemplazar al sistema bancario actual, así como de mejorar los servicios vinculados a las monedas digitales, haciendo de BotC un sistema que supera a los modelos bancarios convencionales.
- La creciente integración y mejora de nuestra propia infraestructura de trabajo.
- La integración de las monedas locales en el sistema económico digital de Blockchain, a través de la propuesta de las FairChain. Esto ayudará a las regiones y comunidades locales a crear una transición fácil y sin fisuras, de modo que puedan crear de manera sencilla su propia unidad contable, además de obtener acceso a una red económica global de monedas digitales a través de FairCoin.
- El desarrollo creciente de herramientas orientadas a conseguir una autonomía desde las bases, que ayuden a los movimientos sociales a resolver la problemática local y global, permitiendo el establecimiento de proyectos locales que, sin necesidad de tener una base nacional o étnica, sí tengan el potencial para conectar globalmente con el resto de nodos de la red.
- El crecimiento del número de nodos, que está contribuyendo a hacer la red más fuerte, más práctica y más resiliente, junto con la conexión de estos nodos y las herramientas de FairCoop para proyectos de resistencia política a gran escala.