Nuestra propia historia

La materialización de la primera cooperativa integral tuvo lugar en Catalunya (Cooperativa Integral Catalana-CIC), en el año 2010, cuando éramos un grupo de activistas reducido, pero firmemente convencido de que éramos perfectamente capaces de autoorganizar nuestra vida, simplemente cooperando como iguales en una democracia directa y no jerárquica.  Este pequeño experimento pronto dio lugar a la aparición de un movimiento mayor e inspiró a miles de personas a creer en la "revolución integral" como el camino para cocrear el mundo con el que soñamos.

Aprendiendo de las experiencias previas en todo el mundo orientadas a la integración de una mayor sostenibilidad, de la autogestión, la permacultura y los sistemas monetarios autónomos alternativos, se desarrolló el modelo cooperativo integral. 

Progresivamente, nos dimos cuenta de que podíamos cortar nuestra dependencia de las grandes corporaciones, el sistema bancario y las injustas leyes del Estado.

Las nuevas tecnologías hicieron posible la creación de redes independientes que, por un lado, pudieron conectar entre si a comunidades distantes, y por otro, proporcionaron herramientas con las que poder autogestionar un sistema económico autónomo y descentralizado. La principal fue la moneda social (los LETS), junto con los repositorios de conocimiento libre y los medios para la creación colectiva de los commons.

En 2008 surgieron la revolución blockchain (cadena de bloques) y el Bitcoin. La historia financiera cambió radicalmente. Una vez más, fue un pequeño grupo de activistas quienes, a partir de su experiencia en la CIC, las redes P2P y los desarrolladores de blockchain, imaginaron cómo esto podría proveer el próximo paso hacia una solución global integral. 

En septiembre de 2014, FairCoop nació para convertirse en lo que hoy es un movimiento mundial, empoderando a gente de todos los continentes. La adopción de la criptomoneda FairCoin dio una nueva extensión al concepto de moneda social, y el posterior desarrollo lo que podríamos ver como una obra maestra de trabajo, la Prueba de Cooperación la hizo simplemente perfecta.

La primera etapa consistió principalmente en el desarrollo de las herramientas, la consolidación de un grupo comprometido de personas y la creación de los primeros nodos locales (donde esta teoría se convierte en una realidad física). 

Los brotes crecieron al mismo tiempo que se esparcía la semilla. El FairMarket comenzó a ofrecer cada vez más productos y servicios que podían adquirirse con FairCoin. Cada vez se unían más personas a Freedom Coop. Los canales de comunicación recibían cada día más voces. La gente de distintas partes del mundo que establecía contacto para crear nuevos nodos locales crecía de forma exponencial. Se distribuyeron miles de tarjetas FairPay. La creación de Bank of the Commons se hizo realidad. 

El valor de FairCoin creció de forma continuada según las decisiones consensuadas en las asambleas globales y teniendo en cuenta sus aspectos macroeconómicos. El avance hacia la paridad con el Euro demuestra la corrección de la política rectora de FairCoin, con la consigna "lenta pero constante, gana la carrera". 

Durante un período de tiempo, a medida que las redes crecían, el valor aumentó deliberadamente de una forma mucho más controlada que como sucede en otras monedas digitales, al tiempo que sirvió como una lección práctica para movimientos de todas partes sobre el potencial que pueden tener las nuevas herramientas económicas cuando se injertan en las viejas estructuras cooperativas, a la hora de mejorar y renovar el radicalismo del siglo XXI. Sólo tenemos que mirar las estadísticas para verlo, y hemos de confiar en nosotras mismas cuando reunimos nuestras mentes para que trabajen juntas.

Este avance hasta llegar al mismo precio que el Euro, este significativo episodio en la historia de FairCoop, muestra al mundo lo fuertes y fructíferos que pueden ser los movimientos de base autogestionados cuando cooperamos por un objetivo común. Como proyecto para una moneda de referencia justa y ética, éste es un momento simbólico. Empezamos a estar seguras de nuestro propio potencial para obtener resultados prácticos y a ver que, con un enfoque abierto y una colaboración colectiva seria, podemos crear un modelo de sociedad mejor que el que podrían crear los actuales políticos, burócratas y gerentes millonarios.

Y acabamos de empezar... Todavía queda mucho por hacer, pero estamos preparadas para el desafío :)

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